• Nosotros
  • Programación
    • Encuentros
    • Monográficos
    • Clubs de Lectura
    • Ciclos de Lectura
    • Festivales
      • Primavera Literaria
      • Avivament Fest
    • Exposiciones
  • Escuela Ramon Llull
    • Aulas
    • Seminarios
  • Recomendaciones
    • Historia de la Literatura desde tu Editorial
    • Nuestras Cosas
      • Textil Llull
      • Cajas Literarias
      • Libro Arte
      • Ramon Cook
    • Tarjetas Regalo o Compra Anticipada
    • Libros Para Regalar y Regalarte
    • Recomendados por Lectores y Libreros de Ramon Llull
      • Narrativa
      • Poesía
      • Ensayo
    • Nuestros Favoritos
      • Media Vaca y Vaca Entera
      • Rincón Pre-Textos
      • Espacio Acantilado
      • Rincón Atalanta
      • Oscuro Rincón Felguera
      • Los Libros del Kultrum
      • Colección Marte de Poesía
    • Recorridos
      • El Infinito Pasear
      • La Llamada de la Naturaleza
      • Damas Ebrias & Rara Avis: los libros
      • Club Détour de las Próximas Lecturas
      • El Porqué de las Cosas (Sociales)
      • Los Clásicos de Pre-Textos
      • Club de Lecturas Japonesas
      • Martes con Cuento
      • Biblioteca Avivament
    • Artículos y Reseñas
      • Cierta distancia. Las reseñas de Miguel Sanfeliu
      • El vivac de Eduardo Almiñana
      • Las Reseñas de Manuel Arranz
  • Almacén
  • Contacto
Menú
  • Nosotros
  • Programación
    • Encuentros
    • Monográficos
    • Clubs de Lectura
    • Ciclos de Lectura
    • Festivales
      • Primavera Literaria
      • Avivament Fest
    • Exposiciones
  • Escuela Ramon Llull
    • Aulas
    • Seminarios
  • Recomendaciones
    • Historia de la Literatura desde tu Editorial
    • Nuestras Cosas
      • Textil Llull
      • Cajas Literarias
      • Libro Arte
      • Ramon Cook
    • Tarjetas Regalo o Compra Anticipada
    • Libros Para Regalar y Regalarte
    • Recomendados por Lectores y Libreros de Ramon Llull
      • Narrativa
      • Poesía
      • Ensayo
    • Nuestros Favoritos
      • Media Vaca y Vaca Entera
      • Rincón Pre-Textos
      • Espacio Acantilado
      • Rincón Atalanta
      • Oscuro Rincón Felguera
      • Los Libros del Kultrum
      • Colección Marte de Poesía
    • Recorridos
      • El Infinito Pasear
      • La Llamada de la Naturaleza
      • Damas Ebrias & Rara Avis: los libros
      • Club Détour de las Próximas Lecturas
      • El Porqué de las Cosas (Sociales)
      • Los Clásicos de Pre-Textos
      • Club de Lecturas Japonesas
      • Martes con Cuento
      • Biblioteca Avivament
    • Artículos y Reseñas
      • Cierta distancia. Las reseñas de Miguel Sanfeliu
      • El vivac de Eduardo Almiñana
      • Las Reseñas de Manuel Arranz
  • Almacén
  • Contacto
Buscar
Cerrar
0,00€ 0 Carrito
Buscar
Cerrar
0,00€ 0 Carrito
  • Nosotros
  • Programación
    • Encuentros
    • Monográficos
    • Clubs de Lectura
    • Ciclos de Lectura
    • Festivales
      • Primavera Literaria
      • Avivament Fest
    • Exposiciones
  • Escuela Ramon Llull
    • Aulas
    • Seminarios
  • Recomendaciones
    • Historia de la Literatura desde tu Editorial
    • Nuestras Cosas
      • Textil Llull
      • Cajas Literarias
      • Libro Arte
      • Ramon Cook
    • Tarjetas Regalo o Compra Anticipada
    • Libros Para Regalar y Regalarte
    • Recomendados por Lectores y Libreros de Ramon Llull
      • Narrativa
      • Poesía
      • Ensayo
    • Nuestros Favoritos
      • Media Vaca y Vaca Entera
      • Rincón Pre-Textos
      • Espacio Acantilado
      • Rincón Atalanta
      • Oscuro Rincón Felguera
      • Los Libros del Kultrum
      • Colección Marte de Poesía
    • Recorridos
      • El Infinito Pasear
      • La Llamada de la Naturaleza
      • Damas Ebrias & Rara Avis: los libros
      • Club Détour de las Próximas Lecturas
      • El Porqué de las Cosas (Sociales)
      • Los Clásicos de Pre-Textos
      • Club de Lecturas Japonesas
      • Martes con Cuento
      • Biblioteca Avivament
    • Artículos y Reseñas
      • Cierta distancia. Las reseñas de Miguel Sanfeliu
      • El vivac de Eduardo Almiñana
      • Las Reseñas de Manuel Arranz
  • Almacén
  • Contacto
Menú
  • Nosotros
  • Programación
    • Encuentros
    • Monográficos
    • Clubs de Lectura
    • Ciclos de Lectura
    • Festivales
      • Primavera Literaria
      • Avivament Fest
    • Exposiciones
  • Escuela Ramon Llull
    • Aulas
    • Seminarios
  • Recomendaciones
    • Historia de la Literatura desde tu Editorial
    • Nuestras Cosas
      • Textil Llull
      • Cajas Literarias
      • Libro Arte
      • Ramon Cook
    • Tarjetas Regalo o Compra Anticipada
    • Libros Para Regalar y Regalarte
    • Recomendados por Lectores y Libreros de Ramon Llull
      • Narrativa
      • Poesía
      • Ensayo
    • Nuestros Favoritos
      • Media Vaca y Vaca Entera
      • Rincón Pre-Textos
      • Espacio Acantilado
      • Rincón Atalanta
      • Oscuro Rincón Felguera
      • Los Libros del Kultrum
      • Colección Marte de Poesía
    • Recorridos
      • El Infinito Pasear
      • La Llamada de la Naturaleza
      • Damas Ebrias & Rara Avis: los libros
      • Club Détour de las Próximas Lecturas
      • El Porqué de las Cosas (Sociales)
      • Los Clásicos de Pre-Textos
      • Club de Lecturas Japonesas
      • Martes con Cuento
      • Biblioteca Avivament
    • Artículos y Reseñas
      • Cierta distancia. Las reseñas de Miguel Sanfeliu
      • El vivac de Eduardo Almiñana
      • Las Reseñas de Manuel Arranz
  • Almacén
  • Contacto

En Cejunta y Gamud

20,00€

Sinopsis

En forma de adusta crónica se describen las costumbres fantásticas que han dado popularidad a estas dos comunidades vecinas, a la manera de los poetas Michaux o Cortázar, autores, como el propio A. F. Molina, próximos a la corriente surrealista. Es el territorio del mito: un mundo brutal atravesado de magia y supersticiones. Sin embargo, si se quiere encontrar una explicación al origen de estas 57 pequeñas historias, tal vez no haya que irse a buscar ninguna tribu ignorada ni otra fuente literaria preexistente; es muy posible que se trate de una evocación poética de la vida que el autor conoció en varios pueblos de Castilla. Así, más o menos, eran las cosas allá por los años 30 y 40, o así al menos las podría haber vivido un niño.

La primera publicación de este libro se remonta a 1969; desde entonces ha habido otras que reproducían dibujos del autor. Ésta incorpora nuevas imágenes realizadas por el diseñador gráfico Alejandro Magallanes, autor de carteles y de ilustraciones para libros infantiles. No ha entrado como un turista en Gamud y en Cejunta, porque vive en Ciudad de México, donde, como es sabido, el día se divide en minutos de ternura y minutos de canibalismo.

Ficha técnica

Autor/a: Antonio Fernández Molina y Alejandro Magallanes
Editorial: Media Vaca
ISBN: 9788493403843
Encuadernación: Tapa dura
Nº Páginas: 168
Año edición: 2006
Idioma: Castellano
Loading...

Sobre el/la autor/a

A principios de la década de los setenta del siglo pasado, con más precisión el 29 de diciembre, Alejandro Magallanes vio la luz por primera vez en la ciudad de México. Este acontecimiento no se convirtió en motivo de fiesta nacional, pero sí llenó de alegría la casa de sus padres. No se tiene registro de algún accidente durante su infancia, por lo que suponemos que su pulso tembloroso y mala coordinación sean cosa de nacimiento.
Beisbolista por afición, pasó sus primeros años intentando lograr un home run: su esfuerzo fue recompensado después de 7 años de intento. La habilidad en el dibujo se inició, desarrolló y perfeccionó como método de supervivencia y estabilidad emocional, ya que durante los primeros años de vida estudió en colegios religiosos y privados para varones donde hay que tener ingenio y mucha sangre fría para sobrevivir. En esta época es donde se cree se intensificó su gusto por lo escatológico. Sus estudios universitarios los realizó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, ilustre institución pública y mixta. En esta época se cree desarrolló su afición a los detalles sexuales que vemos repetidamente en su obra.

Su trabajo ha sido variado y numeroso, sobre todo para eventos culturales y causas sociales. Los estudiosos de la obra y vida de Alejandro estamos convencidos de que todos los factores y experiencias en su vida han influido en su trabajo, y que un personaje semejante será imposible que se repita por lo menos en 2.500 años.

Ana Bertha Madrid

Autorretrato del autor

Alejandro Magallanes ha ilustrado más de 15 libros para niños, entre ellos: Cuando las ranas duermen (Gobierno de la Ciudad de México, 2000), Adivinancero (Nostra Ediciones, 2003), Jueguero (Nostra Ediciones, 2005) y Kikirikí (Nostra Ediciones, 2005). También ha escrito dos: Esto no es (Editorial SM, 2005) y Ven Hada (Editorial SM, 2006). Junto con Leonel Sagahón fundó La Máquina del Tiempo, un estudio que se dedica desde 1996 a la elaboración de proyectos de comunicación gráfica. Sus carteles han sido premiados en numerosos países. Hasta la fecha ha realizado más de 300, que han sido expuestos en Polonia, Japón, Canadá, Francia, Holanda, Argentina, República Checa, España, México y otros muchos lugares. Pertenece a los colectivos El Cartel de Medellín, La Corriente Eléctrica y Fuera de Registro, y desde 2004 es miembro de la AGI (Alliance Graphique Internationale).

 

Antonio Fernández Molina

ha escrito una gran parte de sus libros a mano, con rotulador y pluma, sobre papeles reciclados, en la atmósfera de la taberna. Tiene los ojos pequeñitos, entrecerrados, de bohemio postergado. Del brazo de su mujer, Josefa, una heroína inadvertida que alumbró a seis hijas, tocado de sombrero y vestido casi siempre con trajes de lino y algodón, pertenece al paisaje sentimental de Zaragoza: es el sabio iconoclasta y pugnaz que va y viene, conversando aquí o haciendo allá apología de la excepcionalidad: excepcional es para él la escritura de Dalí –«firmo donde quiera que Dalí es uno de los mejores escritores españoles de todos los tiempos. Lea, por favor, La vida secreta de Salvador Dalí»–, la escultura de Honorio García Condoy, los dibujos de Lorca, «que me ayudaron a ser artista. Fueron una conmoción para mí y me liberaron de complejos y me permitieron dibujar y pintar», o el teatro y la inventiva de Arrabal, que considera a nuestro interlocutor uno de sus maestros y uno de los autores pánicos de España.

– No me gusta hablar de mi niñez. Sufro mucho al recordar: me quedé huérfano cuando tenía siete años. Y eso me ha marcado. Siempre, siempre, en el fondo de mi ser, me he sentido un niño desamparado. Mi padre se murió de una gilipollez: un cólico miserere. Había estudiado Magisterio y acabó siendo policía republicano. Yo nací por azar en Alcázar de San Juan, pero él era de Casa de Uceda. Era el chico listo del pueblo. Una vez, durante la siesta, estaba con mi abuelo en la puerta de casa y pasó un buhonero que llevaba todo tipo de baratijas, entre ellas una cartilla de las primeras letras. Mi abuelo, un labrador adelantado e inteligente con una modesta fortuna y carnicería, la compró y en la siesta siguiente comprobó que mi padre se había aprendido él solito la cartilla.

– ¿Qué recuerdos tiene de él?

– Prácticamente ninguno. Se llamaba Antonino; era alto, de los más altos del pueblo, esbelto, de buen tipo y elegante. Mi madre, Teodomira, era baja pero muy guapa. Viuda con 25 o 26 años, se casó de nuevo en la posguerra. Hacían una pareja peculiar. Espere. Recuerdo que entonces se tenía la manía de extirpar las amígdalas y mi padre me llevó de la mano. Yo no quería abrir la boca y no lo lograban, hasta que me pusieron un aparato que accionaron con una manivela. Y así la abrí por fin. También recuerdo que por la profesión de mi padre íbamos de un sitio para otro: vivimos en Valencia, en Alcoy, creo que en Alicante y en Albacete; viajábamos mucho en tren y recuerdo que salían a vendernos las famosas navajas de Albacete.

– Dijo usted una vez que había sido un niño rebelde, casi indomable.

– Mire, yo tenía un sentimiento literario, artístico y poético de las cuestiones. Las cosas las valoraba afectivamente más que por sus valores intrínsecos. Recuerdo que en la escuela de Alcoy los niños jugaban en los montículos de arena con un clavo que hundían; yo, como no tenía y tan fascinado estaba por el juego, hice un trato con un chico: le robé a mi padre su reloj de pulsera y se lo cambié por un clavo. Finalmente, el trato se deshizo. ¡Sería idiota!

– ¿Cómo pasó la Guerra Civil?

– Aunque suene raro, la pasé bien. En cuanto mi madre se quedó viuda, nos fuimos a Madrid, donde ella tenía un hermano pequeño estudiando Medicina. Era bastante bohemio y muy de izquierdas; me llevaba a todos los mítines habidos y por haber. Nosotros no teníamos apenas dinero. Creo que nos ayudaban mis abuelos: el materno, médico, y el paterno, labrador. Yo nunca he llegado a conocer a mis abuelas. Recuerdo haber visto la calle Quevedo toda alfombrada de pasquines, cerca ya de la Puerta del Sol. Cogía los pasquines y dibujaba y escribía por atrás.

– ¿Qué escribía?

– Obras literarias ninguna. Sobre todo dibujaba. Por eso me ha quedado la afición a escribir mis novelas o mis poemas sobre papel que está utilizado por la otra cara. En Madrid oímos los bombardeos, noche tras noche; bajábamos al sótano y nos quedábamos en el pasillo. Oías caer de cerca las bombas. Cuando llegó la escasez nos fuimos al pueblo con la suerte de que en Casa de Uceda llevamos una vida idílica. Sonaban los cañonazos de vez en cuando, pero el frente se quedó parado a 30 kilómetros del pueblo. Algún vecino iba de vez en cuando a llevar agua y provisiones. Teníamos mucha libertad; a veces no había escuela porque habían movilizado al maestro, nos juntaban a los chicos con las chicas. Y supimos que la guerra había terminado el día que entraron los requetés para anunciarlo.

– A usted le llamaban El poeta.

– No, no. Ese concepto no se conocía en mi pueblo. Me lo llamaron después en el Instituto Brienda de Mendoza de Guadalajara porque me veían leer y hacer mis pinitos literarios. Teníamos una buena biblioteca escolar y una buena biblioteca en casa porque apareció una maleta de mi padre, muy aficionado a la literatura, llena de libros de Dostoievski, Tolstoi y Chejov. En la escuela, a la maestra la desbordaba, era el bicho que pica el tren, hasta que descubrió que podía aplacarme con libros como Flor de Leyendas de Alejandro Casona y otros. Me decía: «Antonio, ponte a leer», y así me domó muy rápidamente. (…) Durante una época yo iba todos los días a la Biblioteca Provincial de Guadalajara, que era mi refugio. Leía y leía sin parar, y a veces me llevaba hasta algún libro. Un día vino el bibliotecario y me dijo: «Le hemos dado el premio al Mejor Lector de la provincia». Y me mostró una lista de títulos para que eligiese el que quisiera.

Fernández Molina funda Doña Endrina en 1951, revista de poesía y arte que constituía en un hombre pobre que llevaba los zapatos llenos de agujeros, un «ejercicio de vocación y pasión, pero también una locura y una estupidez». A través de la revista, en cuyo primer número publicó un poema de Miguel Labordeta, entró en contacto con el escritor aragonés. «Comenzamos a escribirnos, y un día tomé el tren, vine a Zaragoza y fui a su casa. Yo iba y venía de Guadalajara, daba recitales en su colegio; Miguel me facilitaba conferencias o actuaciones en la ciudad y un día, cuando decidió fundar Despacho Literario me nombró secretario de redacción». Otro nombre clave fue Camilo José Cela. Antonio lo había conocido en una cena en Guadalajara, en el hotel Palace; él, que no tenía las 25 pesetas que costaba la cena, apareció a los postres, fue invitado a café y leyó un poema. Desde entonces, la relación fue intensificándose y en 1964 el autor de La familia de Pascual Duarte le designó secretario para que le organizase la biblioteca, su formidable colección de revistas y llevase Papeles de Son Armadans, para la cual había trabajado durante casi dos años preparando el monográfico dedicado a Silverio Lanza.

– Permanecí en Mallorca con Cela desde 1964 hasta 1972. Era joven, había escrito libros de poesía, pero tenía varias novelas en el cajón, entre ellas Solo de trompeta. Puede decirse que en la isla me consolidé como escritor en prosa, de novelas y relatos. Y establecí relación con mucha gente de toda España y de Hispanoamérica. Una de mis grandes amigas de entonces fue Alejandra Pizarnik, la poetisa argentina. (…) A Camilo José Cela le debo muchas cosas, entre otras un consejo noble. Me decía: «Mira, Poeta (siempre me llama así, incluso ahora), no lo tienes fácil porque lo que tú haces no es práctico. Pero si te levantas temprano, a las ocho por ejemplo, verás que el trabajo compensa siempre».
Fragmentos de una entrevista realizada por Antón Castro y publicada en El Periódico el 25 de julio de 1999.
Retrato del autor por Josefa Echeverría.

MI ABUELO ANTONIO

Yo quiero mucho a mi abuelo, me gusta estar con él y ayudarle a leer todos los libros que tiene en su casa.
También él me ayuda a mí: con los deberes y con los estudios. Me lo paso muy bien con él, me lleva a muchos sitios: a exposiciones, a conferencias, a museos, al rastro y también al Vips.
Lo que menos me gusta de él es que siempre está discutiendo con mi yaya Josefa y se enfada cuando alguien deja algo con sus libros y sus cosas.
Por otra parte mi abuelo es genial. Cuando estamos mi prima Candela y yo siempre nos invita a un helado o nos regala alguno de sus cientos de libros o algún dibujo de los que hace en las servilletas de los bares y si hace un día malo nos invita al cine.
Mi abuelo me viene a visitar todos los domingos y cuando mis padres se van viene a estar conmigo hasta que mi padre sale del trabajo.
A mi abuelo le encanta comer porque de pequeño estuvo en la guerra y pasó mucha hambre.
Mi abuelo nació en Alcázar de San Juan pero desde hace mucho tiempo vive en Zaragoza. Actualmente vive con mi yaya Josefa, con su hija Ester, con su hija Isabel, con su nieta Candela y cómo no, con miles de libros y cuadros que ya no caben en la casa.
Tiene dos hijas más en Zaragoza: María Elena y mi madre Teresa, y otras dos que viven una en Logroño y otra en Guadalajara.
No sé qué más contar así que me despido, pero antes os digo que mi abuelo es el mejor del mundo y no lo digo para presumir es que verdaderamente lo es.

por Elisa

Facebook Instagram Twitter

Aviso legal
Protección de datos
Política de Cookies
Compra y devoluciones

Nosotros
Recomendaciones
Programación

Escuela
Contacto

Suscríbete a nuestra newsletter

Mantente informado/a de cuándo tendrán lugar nuestras próximas actividades.

Boletín

Quedo informado, acepto y consiento expresamente el tratamiento de mis datos personales de acuerdo con el contenido de la Política de Protección de Datos Personales de esta web.

 Este proyecto ha recibido una ayuda extraordinaria del Ministerio de Cultura y Deporte

©2020 Ramon Llull Lliberia | Diseño web: XINXETA

©2020 Ramon Llull Lliberia

 

Diseño web: XINXETA

Aviso: Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si pulsa "Aceptar" y continua navegando, consideramos que acepta su uso. Ajustes CookiesSaber MásACEPTAR
Privacy & Cookies Policy

Política de Cookies

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el mismo. Sin contar estas cookies, las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funciones básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador sólo con su consentimiento. También puede optar por no recibir estas cookies. Sin embargo, la exclusión de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Necessary
Siempre activado
Las cookies necesarias son esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan información personal de ningún tipo.
Non-necessary
Cualquier cookie que no sea particularmente necesaria para que el sitio web funcione y se utilice específicamente para recopilar datos personales de los usuarios a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denomina cookie no necesaria. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.
GUARDAR Y ACEPTAR