- Este evento ha pasado.
Club de lecturas Japonesas. “Mujeres solas” de Takako Takahashi. Coordinado por Paqui González. Cinco relatos, cinco mujeres, cinco vidas habitadas por el desasosiego.
25 marzo 2023
18:00 - 20:00
Para garantizar el buen funcionamiento del club el aforo es limitado y para asistir es imprescindible reservar plaza.
Para asistir elige una de las dos opciones. Puedes hacerlo en la librería, o en la web (en la parte inferior de este evento).
1-Quiero asistir adquiriendo el libro seleccionado , con el 5% de Dto. Club de lecturas Japonesas marzo.
2-Quiero asistir sin la compra del libro seleccionado adquiriendo el ticket/canjeable de 5€. *Club de lecturas Japonesas marzo. (Puedes canjear el ticket por cualquier libro o merchandising en la librería).
Quinta sesión de la decimosegunda temporada de nuestro Club de Lecturas Japonesas, coordinado por Paqui González. En esta jornada hablaremos sobre la novela “Mujeres solas” (Ed. Hermina) de Takako Takahashi. Traducida por vez primera al español, “Mujeres solas” es el libro más representativo de Takako Takahashi. La obra le valió a la autora el prestigioso Joryū Bungaku shō (Premio de Literatura Escrita por una Mujer) en 1977.
“Hay veces que el marketing, las fajas y sus hiperbólicos mensajes libro-del-año nos engañan y nos llevan hasta unas páginas sin sal, del montón. Otras veces, sin embargo, se tiene la suerte de llegar a un libro de esos que no dicen ser el libro de la centuria o del milenio, un libro que casi pasa desapercibido en el lahar constante de novedades, un título que se pesca al vuelo quizás movidos por el influjo de una buena portada y por la reputación del sello y que de pronto sí resulta ser, probablemente, uno de los mejores de la época. Cuando eso ocurre, la alegría es enorme”
Eduardo Almiñana, Valencia Plaza
Sobre el libro:
Cinco mujeres, cinco vidas habitadas por el desasosiego, intentando librarse de los estrechos corsés de una moral opresiva en una sociedad asfixiante y normalizada. Las protagonistas de Mujeres solas no son mujeres corrientes, o tal vez sí lo han sido, pero ahora, fracasadas las expectativas sociales puestas en ellas, comienzan a ser libres en esa búsqueda de un nuevo sentido más allá de su pasado. Sólo ahora es cuando son capaces de desvelar sus deseos más íntimos, recónditos y transgresores, en un entorno que les exige una existencia muda y relegada a un plano secundario.
Una joven llega a identificarse con el autor o la autora de una serie de incendios en escuelas y disfruta con la imagen de un fuego devorador. Una esposa decide poner en riesgo su vida perfecta y monótona tras el recuerdo de un amante egoísta que le hizo conocer la pasión y el sufrimiento. Una dependienta que teme a las multitudes observa atónita cómo una niña perversa roba en los grandes almacenes. Una viuda joven se ve impelida a revisar su breve vida conyugal arrastrada por unos sueños premonitorios que cobran más presencia que su propia vida. Una anciana a la que la muerte le ha arrebatado sus seres queridos es asaltada por encuentros fortuitos con suicidas.
Crueldad, hipersensibilidad, fragilidad, desequilibrio, sexualidad, perversión y búsqueda del placer pueblan estas vidas que se entrecruzan en un magistral lienzo tejido con las diferentes formas de la soledad.
Sobre la autora:
Takako Takahashi (1932-2013) nació en Kioto. Su nombre de soltera era Takako Okamoto. Graduada en Literatura Francesa, se casó en 1954 con Kazumi Takahashi, que compartía con ella el sueño de escribir. En 1956 estudió en la prestigiosa Universidad de Kioto para hacer el doctorado con una tesis sobre François Mauriac. La pareja se trasladó a una zona residencial de clase media en Osaka, experiencia que marcaría la vida de Takako, que siempre se sintió extraña ante las obligaciones, costumbres y expectativas de las amas de casa de su entorno, cosas que cuenta en sus textos biográficos y se reflejan en su ficción, como las amas de casa enloquecidas de sus primeros volúmenes de relatos o algunos de los personajes que nutren Mujeres solas.
El éxito de Kazumi a principios de los 60 permitió a Takako dedicar más tiempo a su escritura. Ambos se mudaron a Kamakura, cerca de Tokio, ciudad más moderna y abierta, donde él trabajó como profesor y ella entró en relación con un grupo literario. Sin embargo, se negó a ejercer de mujer de escritor, y poco después, cuando él se mudó a Kioto como profesor universitario, ella no le siguió, para centrarse en su creación y escapar de lo que se esperaba de ella.
En la década de los 70, tras fallecer su marido, Takako comenzó una intensa producción literaria: traducciones del francés, ensayos, relatos y novelas, y sus trabajos conocieron el éxito de la crítica. Empeñada en quebrar el viejo papel de la mujer, lo reinventó con protagonistas extrañas, incómodas, solitarias, inadaptadas, dispuestas a romper tabúes, a experimentar los límites de la sexualidad, en un constante reto a lo establecido.
Simultáneamente, en su personal búsqueda espiritual, agrandada por su difícil encaje en la sociedad japonesa, se interesó por el catolicismo. Se mudó a París al comenzar la década de los 80, y en 1985 se metió monja. Dejó la congregación tras el desengaño por la actuación de los miembros del convento. Volvió a Japón y se hizo monja carmelita, pero la rigidez de su nueva vida y la delicada salud de su madre le hicieron abandonar y regresar a Kioto, a la casa materna.