Chica de campo
Reseña de Manuel Arranz, Diario Levante
Sinopsis
Las esperadísimas memorias de la gran autora irlandesa. El testimonio de una existencia tumultuosa donde la fuerza incontrolable de las pasiones se mezcla con la feroz tenacidad de la escritura.
Toda la lucidez y la audacia de Edna O’Brien están presentes en sus deslumbrantes memorias. Esta «chica de campo» —nacida en 1930 en las profundidades de la Irlanda rural— dibuja ante nosotros el retrato de una mujer libre, de una creadora ferozmente apegada a su independencia. La primera novela de Edna O’Brien, Las chicas de campo, se publicó en 1960 y escandalizó tanto a la gente de su pueblo que el libro fue quemado en público en la plaza mayor. Hay en estas páginas mucho de acción y de reflexión, y una personalidad singularísima: conventos de monjas, fugas, divorcios, maternidad… incluso locas fiestas en el Londres de los años sesenta y encuentros con gigantes de Hollywood. Y también, de manera central, amor. Mucho amor: feliz en alguna ocasión y, sobre todo, no correspondido. Chica de campo nos lleva de los prados irlandeses a Jackie Onassis, de los brazos de Robert Mitchum a Hillary Clinton, de sus paseos por un Nueva York nevado a sus extraños encuentros en París con Samuel Beckett o Marguerite Duras, pasando por un sinfín de personajes míticos. Una narración embriagadora, mucho más apasionante que cualquier novela.
¿Por qué te lo recomendamos?
Manuel Arranz, Diario Levante
Edna O’Brien se ha convertido por derecho propio en la gran dama de las letras irlandesas. Digna sucesora de Joyce, su obra tiene la solidez y la rotundidad de las obras imperecederas. Unas memorias memorables todos los sentidos.