Autobiografía de Marilyn Monroe
Reseña de Everilda Ferriols
17,00€
Sinopsis
«No quiero que me comprendan. Quiero que me quieran» es el grito de auxilio de la estrella más importante que ha dado la industria del cine, unos días antes de su muerte. Marilyn tiene 36 años, ha pasado por varias depresiones e intentos de suicidio y desgrana su vida en un texto que va desde su complicada infancia hasta el presente, en el que descubrimos a una mujer absolutamente sola y muy necesitada de amor. Lo cómico y lo dramático se dan la mano en esta última y emotiva confesión de Marilyn Monroe. Autobiografía de Marilyn Monroe fue publicada por primera vez en 1992. Ofrecemos ahora, revisada, veintisiete años después de su primera edición, una novela desgarradoramente conmovedora que no ha perdido ni un ápice de frescura.
¿Por qué te lo recomendamos?
Autobiografía de Marilyn Monroe
Por Eve Ferriols
¿Marilyn? Qué difícil!!! Se trata de un personaje tan familiar para casi todos que resulta imposible no tener una opinión previa sobre ella. Todos hemos leído artículos, visto alguna película o algún programa de televisión que cuente su historia triste, su final rodeado de sombras, misterios y conspiraciones. Muchos años después de su muerte aún vivimos rodeados de fotos suyas o de obras de arte creadas a partir de su imagen. Una imagen que resplandece, que podría ser un símbolo de plenitud física, de alegría de vivir y que sin embargo se ha convertido en relato trágico.
Debo confesar que a pesar de ello, para mí nunca fue un personaje especialmente interesante. Leí la novela de Joyce Carol Oates, posterior a la primera edición de esta obra de Rafael Reig, sin conseguir sentirme atraída por ella.
Así que tenía ciertos reparos cuando comencé a leer esta Autobiografía, conocía relativamente bien la historia y, a pesar de sentirme un poco culpable por ello, Marilyn me quedaba algo lejana. Siempre he preferido las mujeres fatales a las bellezas que sufren.
Debo reconocer que, por un lado, me he llevado una sorpresa: esta Marilyn me ha interesado, mucho, y por otro, he constatado que la forma de contar lo es todo en una novela.
Creo que el acierto de Rafael Reig está sobre todo en la voz de M., que no la muestra, que no se muestra como una víctima o quizá sea mejor decir solo como una víctima. Es una voz capaz de distanciarse de los acontecimientos tristes, injustos, desoladores y verse, y contarse a sí misma, hasta en lo peor, con una cierta ironía. Incluso después de tanto sufrimiento y de mantenerse a flote o hundirse, según se mire, gracias a generosas dosis de alcohol y medicamentos diversos conserva una extraña alegría, un mohín de burla inocente pero lúcida, no ingenua, que de pronto recordamos haber visto en algunas se sus películas.
Sus terribles recuerdos infantiles, los abusos sufridos en la adolescencia, el deseo de ser una estrella y el trato que está dispuesta a permitir para conseguirlo, las relaciones complicadas, complicadísimas, con los hombres que la desean o la quieren, casi siempre, como una valiosa propiedad de la que se presume ante los demás.
Sorprende, por ejemplo, la frialdad con la que analiza sus comienzos. El trato que recibió, como todas las aspirantes a actrices de aquellos años, por parte de los jerifaltes de los estudios no le dejó la huella de una derrota. Al final, ella sí consiguió su objetivo, se convirtió en una estrella aunque no llegó a recibir por su trabajo la recompensa económica que recibían otras actrices que habían negociado mejor sus contratos.
Los recuerdos, las confesiones, los comentarios sobre quienes se relacionaron con ella se entrelazan en un texto limpio y convincente.
- va relatando a su psicoanalista mudo, de cuyas reacciones y comentarios solo sabemos por las respuestas de ella, los acontecimientos que la han llevado hasta allí.
En esta Autobiografía hay un tercer personaje importantísimo, la madre de M., ingresada en un psiquiátrico, que habla a través de sus cartas cuajadas de citas bíblicas, terribles, sombrías, amenazantes. En ellas pide a su hija una y otra vez que abandone una vida de pecado que solo puede acabar llevándola a arder eternamente en el infierno.
En medio de fuerzas que tiran de ella en sentidos opuestos y perdida en sus propios deseos contradictorios M va desgranado las vidas que decidió no tener y las que no le permitieron. Ser la mujer más deseada del mundo llevó aparejado para ella el desprecio de una sociedad y sobre todo, en mi opinión, de un mundo masculino estúpidos e hipócritas.
Los capítulos comienzan con fragmentos de poemas o cartas de la propia M. que encajan perfectamente en la narración y muestran a una mujer inteligente, intuitiva que buscó una educación a la que no había tenido acceso en la infancia, pero que tampoco así consiguió la seguridad necesaria para mantener el equilibrio. Lo buscó también en sus matrimonios de cuyos fracasos asume gran parte de responsabilidad. Quizá en una sociedad diferente…
Al final, lo que queda es la fuerza con la que lucha desde el principio, la búsqueda de una identidad para sí misma que ella acepte y los demás valoren.