La selección de Manuel Borrás, editor de Pre-Textos
Manuel escoge para nuestra Biblioteca estos grandes títulos de su gloriosa colección de clásicos. Nos explica también las razones de su publicación con nuevas traducciones.
LA PRINCESA BRAMBILLA, de E.T.A Hoffman
Con traducción de Carmen Gauger, La princesa Brambilla, es el primer título de nuestra particular Biblioteca. Fue escrito con E.T.A Hoffman en 1820.
«El cuento El pequeño Zaches, llamado Zinnober (Berlín, F. Dümmler, 1819) no es sino la realización, libre y sin trabas, de una idea bufonesca. Sin embargo, el autor se quedó no poco sorprendido cuando tropezó con una reseña en la que se analizaban con grave
solemnidad esas páginas burlescas, escritas a vuelapluma, sin más pretensión que la de procurar un entretenimiento pasajero, y se especificaba con todo detalle cada una de las fuentes de las que habría bebido el autor. Esto último, por otra parte, fue agradable para él, ya que lo llevó a buscar él mismo esas fuentes y a aumentar sus conocimientos. Para prevenir cualquier posible malentendido, el editor de estas páginas declara de antemano que, al igual que El pequeño Zaches, La princesa Brambilla no es un libro para personas
que lo toman todo en serio y a todo dan importancia. Pero al lector benévolo, que tal vez tenga la disposición y la buena voluntad de olvidar por unas horas las cosas serias y de avenirse al juego impertinente y caprichoso de un duende quizás a veces atrevido en
exceso, el editor le pide humildemente que no pierda de vista la base de toda la obra.»
Del prólogo del autor.
VERANO TARDÍO de Adalbert Stifter
Adalbert Stifter (1805-1868) nos ofrece en este último gran “Bildungsroman” (1857) las etapas que ha de recorrer el hombre para llegar a la verdadera meta: el conocimiento de sí mismo. Surge así, en el grandioso paisaje de las montañas de Bohemia, una
bellísima utopía, en una prosa alemana de incomparable pureza.
Tachada en su época de idílica y monótona, es Friedrich Nietzsche el primero que ve en esta novela una de las tres o cuatro obras maestras en lengua alemana dignas de “leídas y releídas”. Desde entonces no ha dejado de aumentar el número de sus
adeptos, entre ellos Hugo von Hofmannsthal, Franz Kafka y Milan Kundera.
Traducción de Carmen Gauger.
EL HOMBRE QUE RÍE de Victor Hugo
El hombre que ríe es, de todas las novelas de Victor Hugo, la más extraña y la más barroca, tal vez la más precozmente surrealista. Lo es por su decorado nocturno y onírico, por la atención a los fenómenos de la pesadilla y de la videncia, por el gusto
por la monstruosidad y la inclinación al humor negro.
El autor de la monumental Los miserables, nos ofrece esta novela que va a conmocionar a quien la lea.
Traducción de Víctor Goldstein.
HAWTHORNE de Henry James
La biografía de Nathaniel Hawthorne, contada por un admirador de excepción, Henry James,
es una apasionante meditación moral y literaria.
La historia de Hawthorne, de la Nueva Inglaterra profunda al consulado de Liverpool y el regreso al origen tras vivir fugazmente en Florencia y Roma, le sirve al neoyorquino y moderno James para plantearse lo que significaba escribir en América y escribir en Europa. A ojos de James, Europa ofrecía lo que un novelista necesita: un mundo con vida social, instituciones
enraizadas y tradiciones poderosas.
Paradójicamente, no muchos años después de la muerte de James, la tradición angloamericana dominaba la narrativa europea, gracias, entre otras cosas, a autores fundamentales como él mismo o Nathaniel Hawthorne.
Traducción de Justo Navarro.
RESURRECCIÓN de Lev Tolstoi
Fue la arrolladora recepción de Resurrección en todo el mundo lo que marcó un hito en la novela moderna y lo que situó a Tolstoi en los orígenes de la perspectiva contemporánea de la literatura como elemento formador de la conciencia.
Si es más conocido entre nosotros el entusiasmo que la obra provocó en Francia, Inglaterra y Alemania (en España, Clarín la consideró en 1900 la más conseguida de las novelas de su autor), bueno es recordar que las traducciones se multiplicaron en
muy pocos años a la mayor parte de lenguas, incluidas el japonés, el coreano o el turco.
Traducción de Víctor Andresco.