La selección de Miguel Aguilar, editor de Literatura Random House
EL EXTRANJERO de Albert Canus
Con la publicación casi simultánea de El extranjero (en mayo de 1942) y El mito de Sísifo (octubre de ese mismo año), Albert Camus inauguraba la filosofía del absurdo pero sobre todo hacía un retrato implacable del problema del hombre en la sociedad contemporánea. La figura de Camus es clave para iluminar la segunda mitad del siglo XX.
Traducción de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego.
CIEN AÑOS DE SOLEDAD de Gabriel García Márquez
Hay experiencias difíciles de explicar a quien no ha pasado por ellas, por ejemplo, la lectura de Cien años de soledad. Como el niño que se lanza por el tobogán, uno empieza con el inolvidable “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo” y se convierte irremediablemente en habitante eterno de Macondo.
CUENTOS de John Cheever
Conocido como «el Chéjov norteamericano», fue el gran cronista de ese territorio casi mitológico de las zonas residenciales a las afueras de las grandes ciudades, con sus fiestas de cóctel y piscina, sus despertares de periódico en la puerta, sombrero, maletín y beso a los niños, tardes con cuartetos de Benny Goodman en la radio y noches enteras anhelando una vida distinta. Cheever convirtió con maestría ese espejismo de éxito y felicidad en el escenario de glorias y penas de familias que, entre la frustración, el deseo y el tedio, conforman un retrato incomparable del alma humana que transciende cualquier época o país.
El envés de la opulencia material y la convicción ideológica con que Estados Unidos lideraba “el mundo libre” tras la Segunda Guerra Mundial es el material que nutre los Cuentos de Cheever. El nadador es probablemente el más conocido, en parte por la adaptación cinematográfica, pero el conjunto es tan potente como precisos sus componentes: una obra imprescindible.
Traducción de José Luis López Muñoz y Jaime Zulaika Goicoechea.
SEGÚN VENGA EL JUEGO de Joan Didion
Si los cuentos de Cheever hablan de los Estados Unidos de los 50 y primeros 60, las novelas y los extraordinarios ensayos y crónicas de Joan Didion, retratan el país inmediatamente posterior, el de finales de los 60 y los 70, cuando Vietnam y la contracultura comienzan a socavar la confianza de esos suburbanitas cheeverianos y a seducir a sus hijos. Didion es probablemente la mejor observadora de la segunda mitad del siglo XX. Como muestra, su novela Según venga el juego, publicada en 1970.
Traducción de Cruz Rodríguez Juiz.
ALGO SUPUESTAMENTE DIVERTIDO QUE NO VOLVERÉ A HACER, de David Foster Wallace
La última posta es para Algo supuestamente divertido que no volveré a hacer, de David Foster Wallace. Aunque muchos (incluyendo la revista TIME, que la eligió como una de las 100 mejores novelas escritas entre 1923 y 2006) optarían por La broma infinita, esta colección de ensayos es la obra que mejor permite ver (y deslumbrarse con) la inteligencia del autor, y su abanico de recursos. Una auténtica maravilla.
Traducción de Javier Calvo.