Publicada hace más de doscientos años en Inglaterra, esta obra gigantesca de la historiografía clásica, que abarca desde el reinado de Trajano hasta la caída de Constantinopla en 1453 en manos de los turcos, sigue sin perder vigencia, Al contrario, como sugiere Harold Bloom, alberga un diagnóstico que se podría aplicar a nuestros días. Pocas son los libros de historia en los que uno puede perderse con mayor placer no solo a través de su soberbio estilo narrativo sino en los mismos hechos que parecen haber sido narrados por alguien que ha presenciado los acontecimientos que va relatando.
